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Los problemas que enfrenta Transmetro, la mayoría de ellos por la forma como fue concebido el proyecto, siguen generando críticas entre los usuarios que urgen soluciones para mejorar el servicio.
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En repetidas ocasiones el Distrito de Barranquilla y el Gobierno nacional le han lanzado “salvavidas” para que optimice su servicio y siga cumpliendo con su propósito de ser un sistema de transporte incluyente y sostenible, que genere calidad de vida para los barranquilleros y los habitantes del área metropolitana.
Las críticas se concentran en la prestación del servicio, el deterioro de la flota y el mal estado de algunas estaciones por los actos vandálicos que se han presentado como muestra de inconformismo por parte de los usuarios.
Transmetro asegura que las dificultades que atraviesa el sistema en la prestación de su servicio y en el deterioro de su infraestructura se debe al bajo flujo de usuario.
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“Existen ciertos módulos que debido al bajo flujo de usuarios en pandemia y postpandemia han tenido que cerrar. A excepción de las estaciones La Catedral y la Joaquín Barrios Polo, la operación trata de concentrarse en un solo vagón para optimizar el uso de nuestros recursos y de la operación misma. En la medida que aumente la demanda de los usuarios se abrirán los módulos adicionales”, indicó el ente gestor.
Un equipo de EL HERALDO realizó un recorrido por las estaciones y corroboró el cierre parcial de algunos módulos, entre ellos en Nuestro Atlántico, Alfredo Correa y Chiquinquirá, estaciones que también han sido vandalizadas con graffitis y el robo de parte de su estructura.
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Del mismo modo, el ente gestor recalcó que los concesionarios deben cumplir el compromiso de colocar la flota de acuerdo a la programación estipulada en el plan de servicios: “La operación corresponde a 204 buses que deben garantizar los concesionarios para que no falle el sistema y no se afecte la calidad del servicio que se ofrece a los usuarios”.
También, enfatizó que se vienen generando actos de vandalismo continuos contra las estaciones.
“Nos hemos visto afectados por el robo continuo de la estructura en algunas estaciones. Ya pusimos en conocimiento a la Policía Nacional y las denuncias han llegado a los oídos de la Fiscalía para emprender las acciones correspondientes”, comentó.
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Por su parte, Juan Carlos Calderón, miembro de la junta directiva de Metrocaribe, expresó que las circunstancias actuales se originaron por la falta de recursos.
“Antes llegábamos a un punto de equilibrio. Teníamos una operación buena que estaba garantizada con el fondo de estabilización que se recoge por parte del transporte colectivo. Con la pandemia los vehículos empezaron a tener problemas técnicos, no conseguimos los repuestos y la movilidad de usuarios comenzó a bajar. Realizamos algunas inversiones con un plata que giró el Gobierno nacional, pero los equipos ya estaban muy afectados. Si no recibimos más recursos se puede generar la liquidación inminente del concesionario Recaudo SIT”, relató.
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