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Hace algunos días el hermano del presidente Gustavo Petro, Juan Fernando Petro, fue visto en un encuentro con varios alcaldes del Urabá antioqueño en un restaurante de Las Palmas, en Medellín.
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Fue un encuentro netamente privado y el hermano del mandatario llegó a ese sitio acompañado de su esposa. Las autoridades de Medellín y Gobernación aseguraron no tener conocimiento de que se realizaría dicha reunión, según señaló el portal IFM.
Ahora, en diálogo con Caracol Radio, Juan Fernando Petro explicó por qué estaba en dicha reunión y además por qué ha estado recorriendo algunos municipios.
«En seis años siempre es la misma pregunta: ‘¿Qué hacía el hermano de presidente?, ¿dónde estaba? Todo siempre desde la sospecha, desde una mentalidad a la que nos hemos acostumbrado a no saltar de esa polarización y desde ese sentido de engaño y de traición hacia algo que valga la pena, porque ya como sociedad no somos capaces después de tantas décadas de mentiras y violencias, tanto de gobiernos como de grupos delincuenciales», manifestó Petro.
Sobre sus reuniones y encuentros, señaló que obedecen a su interés por los territorios y comunidades, «para visibilizar lo que sucede de verdad y que quienes tengan poder de hacer algo, pongan una solución», afirmó.
Y dijo en dicha emisora que resulta ser un problema el hecho de que él lo haga: «y yo, un pendejo solitario, haciéndolo es un problema, es decir yo soy el problema cuando el verdadero problema es lo que sucede en los territorios. A nadie le importa», cuestionó.
Añadió que lo que está haciendo es tratar de acercarse a las comunidades, «para que me hablen y yo transmito a alguien que tenga poder de hacerlo porque yo no soy la gobernabilidad, pero tiene que haber un ministro, un presidente, a alguien que le importe lo que sucede allá».
Y concluyó que «si eso está mal, entonces que me metan a la cárcel, con gusto voy y me meto solito».
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