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Los hechos, al parecer, tienen que ver con la detención de Mauricio Marín Silva, alias ‘Nacho’, jefe del grupo delincuencial La Inmaculada, que delinque en la región.
A raíz de la situación, que incluye atentados contra miembros de la Policía y al menos cuatro vehículos quemados, el Ejército envió más de 120 hombres de la Tercera Brigada para reforzar el dispositivo de seguridad en coordinación con la Policía y las autoridades regionales y locales.
La medida fue anunciada por la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, quien dijo en su cuenta de X que para garantizar el orden público de Tuluá «vamos a militarizar la ciudad para acompañar a la Policía en sus funciones de garantizar la seguridad y la tranquilidad de los tulueños».
Por su parte, el propio presidente Gustavo Petro se pronunció sobre la crisis, reafirmando que los disturbios se tratan de una respuesta de la delincuencia por la captura de sus cabecillas.
«La banda la inmaculada ha retado a la sociedad. Sus jefes están presos. No aceptamos el chantaje», trinó el presidente.
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