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“Comenzó a tomar como a las 8:00 p. m. del día 22 de octubre y lo acostaron donde un hermano a las 9:00 a. m. y como a las 5:00 p. m. se dieron cuenta que no reaccionaba, se había orinado y había un charco de sangre a su lado”, recordó Escorcia.
Al percatarse de la situación, el hombre fue llevado al centro asistencial del municipio y luego fue trasladado a la Clínica San Diego, de Barranquilla; sin embargo; la familia explicó que luego fueron informados que su hijo afiliado a Mutualser EPS, debía ser nuevamente remitido a Hospice IPS, ubicada al norte de la ciudad.
“Actualmente no hemos recibido la atención médica adecuada para mi hijo, el cual se encuentra casi que en coma y en estado vegetativo. Él casi no tiene movimientos, no está consciente y ni siquiera nos reconoce y todo sigue empeorando porque sólo recibe ayuda de médicos generales y no del especialista en neurología que necesita”, aseveró.
Añadió, además, que la atención médica que su hijo ha recibido ha sido debido a los derechos de petición y demás procesos que han tenido que ejecutar en medio de su lucha por salvarle la vida.
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