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¿Cuál es el panorama financiero actual del sistema de salud en el país?
El panorama general actual del sistema de salud es un crítico y viene siendo crítico desde hace ya tres vigencias, es decir, desde el 2022.
El problema estructural tiene que ver con que el gasto en salud se ha incrementado en unas proporciones muy importantes y los ingresos, que en su mayoría están representados en la Unidad de Pago por Capitación (UPC), que es un per cápita que reconoce el Estado a través de la Adres para financiar la salud de toda la población, no ha crecido para que sea equilibrado con la tendencia de gasto que existe.
El desequilibrio es bastante considerable y a esto se suman otros elementos como, por ejemplo, en el año 2020 se hizo unas inclusiones para ser financiadas con la Unidad de Pago por Capitación, que fueron muy importantes y digamos que es una muy buena medida, pero las frecuencias de uso fueron mucho más altas de lo que inicialmente estimó el Ministerio.
Esto sucedió en el gobierno anterior, pero digamos tiene consecuencias en el cierre 2022 y ya algunas EPS empiezan a verse muy afectadas en su resultado financiero. También tuvimos en el 2022 una circunstancia excepcional sobreviviente y es que usualmente esas proyecciones de la Unidad de Pago por Capitación se hacen con unos métodos y tienen que proyectarse en el tiempo.
Entonces se proyectó una inflación de 3.7 % y la inflación real fue del 12.01 %, entonces ahí hubo un desfase importante por el lado de los precios. Hay que tener en cuenta que la UPC se calcula con una fórmula donde las variables centrales son las cantidades de servicios usados y los precios; los precios obviamente están determinados en gran medida por la inflación y en ciertos componentes también por la tasa de cambio.
Por otro lado se observa, después de la pandemia, un incremento importante en las frecuencias de uso de los servicios. Es decir, las personas acuden más a demandar servicios de salud. Eso tiene varias causas. Primero, estuvimos confinados un buen tiempo y la gente empieza a demandar los servicios para continuar con sus tratamientos.
También cambia un poco el perfil epidemiológico y la gente empieza a consultar más por otras patologías. Los que venían consultando, por ejemplo, por enfermedades cardiovasculares o del sistema nervioso central o de salud mental, empiezan a consultar más. Entonces, se acumula un problema en el 2022, seguimos en la misma senda 2023 y la UPC en el 2024, ese ingreso no se corrige y obviamente trae todo ese desequilibrio acumulado.
Por eso las EPS empiezan a tener un resultado negativo que afecta el patrimonio. Ellos tienen que cumplir con cuatro indicadores fundamentales. Unos tienen que ver con la liquidez y otros tienen que ver con el patrimonio. Entonces, empiezan a afectarse el patrimonio y a necesitar recursos adicionales vía capitalización en un escenario de tanto cambio.
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