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Hay una cita con la gloria. Ella, siempre tan difícil y esquiva, vuelve a coquetearle a Junior después de cuatro años y seis torneos. Desde aquel 7 de diciembre en el que sucumbió 2-0 ante América, en el estadio Pascual Guerrero, de Cali, ‘el Tiburón’ no disputaba una final de Liga. Este domingo, a partir de 4 p.m., frente al Deportivo Independiente Medellín, nuevamente estará cara a cara con ella y con la oportunidad de conquistarla.
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El DIM, finalista por última vez en diciembre de 2022, cuando perdió el título con Deportivo Pereira, es el desafío que en 180 minutos afrontarán los rojiblancos. Los primeros 90 se jugarán en un estadio Metropolitano Roberto Meléndez repleto y en estado de ebullición, como se vio el miércoles pasado cuando derrotaron 4-2 al Deportes Tolima, en un partidazo que significó la clasificación a la final.
Con esa comunión entre hinchada y equipo, con fútbol, garra, pasión y amor por la camiseta, Junior se encarriló hacia su decimosegunda finalísima en torneos cortos y espera bordar la décima estrella en su escudo.
La boletería voló apenas salió. Se vendió ‘más rápido que ya’. El calor humano y climático se encuentra garantizado. Seguramente el esfuerzo máximo de los jugadores también. A pesar del desgaste que representó el duelo ante los ‘Pijaos’ y la ventaja que trae ‘el Poderoso’ al poner a descansar a su onceno principal en la última jornada del cuadrangular semifinal, los jugadores de Junior han prometido darlo todo para imponerse.
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“Aquí ya no hay cansancio, son dos juegos para cerrar el año bien y darle una alegría a toda esta región, a esta linda hinchada. Hay que recuperarse de alguna manera, ya no hay tiempo de entrenar, solo de dormir, comer y recuperarse. Hay que meter toda la cabeza en el primer partido de la final”, comentó Didier Moreno, quien ha sido pulmón del cuadro caribeño en el mediocampo.
Las dos escuadras llegan en una buena curva de rendimiento, ostentando las delanteras más goleadoras del semestre, con 43 tantos cada una, y con dos de los tres máximos artilleros: Carlos Bacca, con 16 dianas (cinco de penalti) y Edwuin Cetré, con 14 tantos (9 de penalti). El otro es Marco Pérez (Águilas), con 15.
“Es una final muy pareja porque Medellín es un equipo que también viene jugando muy bien, tienen una idea muy marcada, tienen un equipo muy bueno y jugadores determinantes. Son equipos grandes e históricos, los dos van a apostar en los dos juegos por llevarse la final”, consideró Moreno, uno de los guerreros rojiblancos que ha sudado la camiseta.
“Llevo cuatro años buscando una final y por fin la he conseguido”, apuntó.
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Y las finales, como dice Carlos Bacca, son para ganarlas. A eso le apuntan los pupilos del samario Arturo Reyes y los dirigidos por el uruguayo Alfredo Arias. Ganará el que juegue mejor y con más amor a la camiseta.
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