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«Ayer, una granada de mortero disparada desde el centro de Gaza hacia el kibutz Nahal Oz, en el sur de Israel, cayó dentro de la Franja de Gaza. En pocos minutos, los terroristas responsables del intento de lanzamiento fueron atacados y eliminados» en un ataque aéreo, informó hoy un comunicado castrense.
En Gaza, tras 160 días de guerra por tierra, mar y aire, el 85 % de la población se ha visto desplazada y alrededor del 60 % de toda la infraestructura ha sido dañada, según la ONU, con familias enteras aglutinadas en tiendas de plástico sin apenas alientos o agua potable.
Al menos 27 personas, en su mayoría niños, han muerto por desnutrición en el norte, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad gazatí.
Con la llegada prevista entre hoy o mañana del barco de la ONG española Open Arms con 200 toneladas de comida a la costa de Gaza – inaugurando el corredor marítimo-, así como una nueva ruta humanitaria abierta ayer en el norte del enclave, la primera tras tres semanas esa zona sin recibir ayuda humanitaria, se espera que el hambre empiece a reducirse.
«La entrega de la ayuda se facilitó después de que todo el equipo del barco se sometiera a un control de seguridad exhaustivo, y acompañado por funcionarios israelíes, para garantizar que solo ayuda humanitaria llegue a Gaza», detalló hoy el Ejército israelí en un comunicado sobre el barco que zarpó el martes desde el puerto de Larnaca en Chipre.
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