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Más de dos horas duró la primera diligencia del extenso proceso judicial contra Daniel Sancho por el crimen del cirujano Edwin Arrieta. El juicio se realizó a puerta cerrada por orden del juez, cuyo nombre no se ha revelado, que vetó el acceso de la prensa y prohibió a los asistentes que difundan contenido de lo que suceda en la sala.
Durante la primera parte de esta sesión que inició a las 9 a.m. hora colombiana, en la que declararon testigos de la Fiscalía, el juez prohibió además a los asistentes, a excepción de los abogados de la defensa y el fiscal, que tomen notas durante el juicio y advirtió a todos que no pueden contar detalles de lo que sucede dentro de la sala.
Al término de esta primera parte, el abogado de la familia de Edwin Arrieta, Juan Gonzalo Ospina, se pronunció sobre lo que percibió en esta diligencia sin dar detalles profundos. Afirmó haber visto a Sancho «muy tranquilo. Desde mi experiencia como abogado penalista no he podido encontrar en él muestras de arrepentimiento, sigue defendiendo su versión de los hechos», dijo, y añadió lo «impactante» de verle con grilletes y atado de pies y manos.
Por su parte, el juez aseguró que en caso de que haya sospechosas de que se difunde información se perseguirá y conllevará penas de cárcel.
De acuerdo con lo que conoció EL HERALDO, en esta diligencia declararon cuatro testigos: la mujer que le alquiló la motocicleta a Sancho en la que habría llevado a Arrieta al hotel donde posteriormente acabó con su vida; la persona que trabaja en el vertedero donde encontraron los restos del cirujano; el recepcionista de un hotel que reservó el colombiano para pasar con el chef español y el dueño del hotel donde finalmente Sancho habría asesinado a su víctima.
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