Además de las mejoras en el estrés postraumático, el experto aseguró que la Realidad Virtual puede ser usada en tratamientos de niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y Trastorno del Espectro Autista (TEA), ya que tienen dificultades atencionales y de autorregulación del comportamiento, y la realidad virtual ofrece algunos programas que se pueden usar en el tratamiento y eso puede beneficiar a los niños.
No obstante, Pérez Reales precisó que la OMS recomienda que no haya uso de pantallas antes de los 2 años y que no debiera haber un uso constante antes de los 8 y 10 años de edad.
Por eso cuando se utiliza de manera adecuada y guiado por un profesional en la terapia ha dado buenos resultados.
Entre ellos la mejora de la motivación tanto en terapia como fuera de ella, hay programas que ayudan al autocontrol y manejo de las emociones a través del mindfulness o terapias cognitivo-conductuales.
“Algunas corrientes nuevas como EMDR (reprocesamiento mediante movimientos oculares), o VR-GET (terapia de exposición mediante realidad virtual graduada), también ha facilitado que los niños y niñas con algún tipo de trastorno del neurodesarrollo o emocional, puedan mejorar memoria, atención, funciones ejecutivas (como control de impulsos), o autorregulación”.