«La alimentación escolar, que es un refrigerio, y que se roban en muchas partes del país, no llega a la totalidad, ni siquiera a la mayoría de los y las estudiantes de la región. Ni siquiera la comida llega, ni dinero para comprar la comida. Y el programa que nos hemos propuesto es mucho más ambicioso que el refrigerio. Es lograr comida caliente, es lograr una nutrición real de la población que llega a un colegio, niño o niña», dijo el jefe de Estado.
En este sentido explicó que la propuesta iría encaminada a «lograr que sean las asociaciones de padres de familia las que tengan bajo su responsabilidad los dineros, la compra de alimentos y la elaboración de los alimentos, ojalá para que todos los niños y niñas de Colombia pudieran tener comida caliente mientras estudian. Es decir, los niveles de nutrición básica para garantizar que el saber sea de alta calidad. Cuando uno se pregunta por qué es tan baja la educación, en términos de calidad, en Colombia, hay una primera respuesta: porque muchos niños y niñas van a estudiar con hambre».