Tales incendios probablemente coincidieron con la dispersión humana en la zona y el fin de la era del hielo, de acuerdo con evidencias arqueológicas y geológicas.
“La evidencia sugiere una actividad sin precedentes de incendios que tenía lugar con el clima cambiante, al mismo tiempo de la llegada de personas al área. Es en este intervalo que la megafauna desapareció”, dijo a su vez Lisa Martínez, estudiante graduada de la UCLA y coautora del estudio.
Durante ese periodo los humanos probablemente usaron el fuego con diversos propósitos, incluyendo remover vegetación, cazar y promover el crecimiento de plantas deseadas.
Los incendios, que también coincidieron con una intensa sequía que duró siglos, transformaron los paisajes, vegetación y ecosistemas del sur de California. Los bosques postglaciales fueron reemplazados por los chaparrales que dominan actualmente la región.
Lindsey destaca que la extinción de la megafauna por los incendios “tiene muchos paralelos modernos muy preocupantes”, principalmente porque el cambio climático ha creado condiciones favorables para incendios forestales más severos y extensos.
“Eso cambia completamente el patrón de incendios porque súbitamente hay todo este combustible para quemar”, apuntó.
Por su parte Glen MacDonald, profesor de geografía en la UCLA y coautor del estudio, dijo que “a lo largo de la historia, el fuego ha magnificado el impacto humano”.
“Actualmente los humanos son responsables de al menos tres factores que producen incendios forestales: las igniciones mismas, el cambio climático y la introducción de especies invasivas, lo que cambia la estructura del material combustible”, expuso.
Lindsey explica que en años recientes los ecosistemas mediterráneos por todo el mundo han visto incendios enormes que han tenido impactos enormes en la vida silvestre.
Los fuegos en Australia en 2019-2020, por ejemplo, mataron o hirieron a 3.000 millones de animales, según datos proporcionados por la UCLA. Y en África, las áreas donde animales herbívoros como elefantes y antílopes han sido eliminados se han convertido rápidamente en densos ambientes arbustivos.
“Lo que nuestra investigación demuestra es que tales condiciones pueden provocar ‘puntos de inflexión’ en ecosistemas, causando cambios irreversibles incluyendo extinciones a gran escala”, valoró Lindsey.
La investigadora advierte que el aumento de temperatura debido al calentamiento global actual -10 veces mayor que lo registrado en los siglos previos a las extinciones-, aunado al mayor riesgo de que se desaten incendios, genera gran preocupación.
No obstante, destaca que actualmente se tiene más capacidad para reconocer el peligro que se enfrenta y se puede usar la tecnología para evitar tales desastres. «Y esto nos da esperanza», concluyó.